Muchos padres ven a sus hijos de 9 años como unos adultos en versión miniatura, pues ya estos niños comienzan a practicar la toma de decisiones de modo formal.
El desarrollo y el aprendizaje a los 9 años
Aparte de que disfrutan de organizar y planificar actividades y son capaces de emprender proyectos escolares de mayor envergadura. Esto se corresponde con la entrada de lo que se entiende como la niñez intermedia, una fase en la que el niño se deja de considerar como totalmente dependiente de sus padres y comienza a ejercer su autonomía. De manera que los juguetes que suelen utilizar estos niños, realmente deben llevarlos a emprender retos realmente significativos, que los estimulen a dar más de sí mismos cada vez.
Definitivamente, conseguir los juegos científicos STEM son una excelente opción para estos niños, pues por la naturaleza de su complejidad y su carácter demandante de intuición puede garantizar que los niños desarrollen mayor concentración y atención y que, como resultado, su lógica de pensamiento sea mucho más compleja.
Este tipo de retos dota a los pequeños, sin duda alguna, de nuevas habilidades que pueden incidir de modo increíble en el potencial a la hora de establecer interacción social y de resolver problemas a futuro, herramientas invaluables al momento de enfrentarse al mundo de modo formal.
Los mejores juguetes de [year] para 9 años
Por otro lado, a esta edad los niños ya han desarrollado habilidades básicas de lectura, por lo que se pueden considerar como más independientes y les puede resultar bastante agradable el jugar algún juego de mesa que contenga instrucciones sencillas sin estar necesariamente bajo la supervisión de un adulto. Lo ideal es entonces regalarles un juego que contenga preguntas y respuestas para que pueda competir de modo sano con sus hermanos o amigos.
Gravitrax: Con este juego estimularás la creatividad de tu hijo y su capacidad de innovar, además de que se verá retado a hacer una grandiosa y futurista creación, así cada vez querrá incorporar más piezas en orden lógico para lograr un trayecto de recorrido de las canicas mucho más largo e increíble para tener horas y horas de diversión. Estimúlalo para desarrollar habilidades relacionadas con la ingeniería y la resolución de problemas, será fácil para tu hijo ver cómo avanza cada vez más ante las opciones que le plantea este juguete didáctico, desafiando los principios del magnetismo, la cinética y la gravedad. ¡No querrá parar de construir! Y aún hay mas, increibles extensiones para que tu Gravitrax no pare de crecer.
La ciencia de los perfumes: ¿Quién dijo que el mundo de la ciencia está destinado únicamente a hombres grandiosos? Actualmente, las mujeres se desempeñan con éxito en una gran diversidad de áreas y no hay mejor momento para estimular y desarrollar el potencial de estas habilidades sino en la niñez. Permite que tu hija conozca el mundo de las ciencias desde temprano y descubra su verdadera vocación con el maravilloso set de experimentación de la ciencia de los perfumes. Con este juego, tu hija decidirá elaborar distintos perfumes y sales de baño siguiendo instrucciones sencillas, ¿qué mejor ganancia que mimar a la niña de la casa y, al mismo tiempo, garantizarle enriquecedoras experiencias de aprendizaje significativo?
Juguetrónica Electronic Lab: Este es un increíble kit de electrónica. Permite que nuestros pequeños ingenieros aprendan a construir una mesa de electrónica y realizar en ella hasta 39 experimentos. Con de 37 piezas fáciles de montar y acompañadas por un completo manual de instrucciones, puede aprender a como funciona una radio FM/AM, una máquina de código morse o un sistema de iluminación inteligente. Y si esto fuese poco la mesa es configurable y adaptable a sus ideas. ¡Ojala yo tuviese algo así con 9 años!
El cuerpo humano: Este es uno de los juguetes educativos de ensueño para los niños que han recibido estimulación temprana, pues se encuentran ansiosos de saber todo cuanto pueden y retarse a sí mismos. ¿Recuerdas aquel juego de anatomía que tuviste de pequeño? Este es aún mejor, pues contiene un modelo de esqueleto humano al que el niño debe montarle los órganos uno a uno según su posición anatómica, una tarea emocionante que le permite reafirmar conocimientos previamente adquiridos. También contiene un estetoscopio con el que se pueden escuchar los latidos del corazón y modelo en 3D de la hélice de ADN, haciendo que el niño sea más reflexivo sobre qué hay más allá de lo que podemos ver.
