Al ser los juegos educativos parte de una experiencia enriquecedora, estos llegan a estimular en los jóvenes un fuerte espíritu de perseverancia y disciplina, lo que se ha demostrado que los conduce a ser unos sanos competidores, capaces de reconocer cuando han fallado o cuando han acertado en su entorno social sin sentirse fracasados o excesivamente triunfadores.
Esta cualidad, aparte de generarles una estabilidad emocional tan necesaria en esta sensible fase de crecimiento que es la adolescencia, los prepara para enfrentarse a la realizad y poder generar empatía con quienes le rodean. Los jóvenes a esta edad aprenden hábitos de trabajo más definidos y concisos, siendo aún más responsables en la ejecución de sus tareas y muestran preocupación por lo que sucederá en su futuro, mostrando especial interés en determinar en qué campo profesional se desarrollarán.
El aprendizaje y el desarrollo de los chicos con 15 años
Al mismo tiempo, los juegos didácticos dan la oportunidad de que el joven explore formalmente áreas de la ciencia como la física, matemática o química con mayor facilidad que otros jóvenes que no han experimentado este tipo de juegos durante su desarrollo, pues con ello se asientan las bases lógicas del pensamiento en las que se fundamentan las ciencias.
A este respecto, es importante recordar que hablamos aspectos que van mucho más allá de las ciencias formales y que impregnan diversas áreas del conocimiento humano como lo son la medicina, ingeniería, arquitectura, entre otras.
También este tipo de herramientas a esta edad sirven para complementar los conocimientos que son presentados en el aula de clase, obteniendo resultados positivos debido al nivel de comprensión alcanzado. Te recomendamos entonces que hagas una búsqueda en nuestra colección de juegos didácticos para que adquieras el juego educativo que va mejor con la personalidad de tu hijo, para que su mente se abra y se ejercite mientras disfruta un rato.
Los mejores juguetes para niños de 15 años de [year]
Eco molino de viento: Con este juego tu hijo tendrá la oportunidad de adentrarse en el mundo de las energías renovables y podrá construir con sus propias manos un molino de viento que será capaz de generar energía. Te preguntarás ¿En que se utiliza la energía que produce el molino de viento? Sencillo, una vez que el molino comienza a transformar la energía del viento en energía eléctrica, esta energía enciende una luz led con la que se pueden iluminar espacios oscuros. Con juegos educativos como este, tu hijo pone en práctica principios básicos de la física, que seguro ya le han sido presentados en el aula de clase, favoreciendo la comprensión de términos complejos. Si tú también estás interesado en el uso de las energías renovables, esta puede ser una maravillosa oportunidad de compartir la construcción del aprendizaje con tu hijo.
Prisma triangular: Siguiendo la exploración del mundo de las ciencias, el prisma triangular es un obsequio idóneo para los jóvenes que han demostrado alguna vocación hacia el mundo de las ciencias. El prisma es un elemento aparentemente sencillo, pero que reviste una complejidad que a veces la física formal que se presenta en el aula de clases no logra comunicar a todo su estudiantado. Con esta herramienta tu hijo aprenderá a dispersar el haz de luz en sus componentes espectrales, es decir, en los distintos colores que lo componen, asemejando la formación de un arcoíris. Este tipo de regalos es recomendable para jóvenes que han desarrollado previamente su pensamiento abstracto y que establecen argumentos lógicos con sus correspondientes preguntas.
Laboratorio de mecánica – Motor eléctrico: ¿Crees que tu hijo ya esté cansado de montar juegos de construcción? Con este juego verás que el perfeccionamiento de las capacidades de tu hijo no tiene fin y menos si al mismo tiempo se divierte. Este espectacular set de juego didáctico contiene 250 piezas para crear por lo menos 50 construcciones prediseñadas que van elevando su grado de dificultad. Entre las principales cualidades que se perfeccionan con este juego educativo se encuentran la destreza manual para dar forma a las ideas, la imaginación para concebir experimentos y la creatividad para desarrollar nuevas construcciones. Observa con asombro como tu hijo construye diferentes maquinarias que son capaces de andar gracias a que se encuentran equipadas con un motor eléctrico.